Para muchos amantes de la aviación, los aviones representan libertad, aventura y nostalgia. Pero para Bruce Campbell, un ingeniero eléctrico de 73 años de Portland, Oregón, un avión significa algo todavía más personal: su hogar. Lo que empezó como una fascinación infantil terminó convirtiéndose en uno de los proyectos habitacionales más singulares del mundo: un Boeing 727 restaurado y transformado en una vivienda completa.
Un sueño de toda la vida que finalmente despega
La fascinación de Campbell por las aeronaves comenzó cuando era joven. Inspirado por fotografías de aviones abandonados en cementerios aéreos, imaginaba la posibilidad de darles una segunda vida. En 1999 decidió convertir esa visión en realidad adquiriendo un fuselaje retirado a través de una empresa de salvamento.
La compañía encontró un Boeing 727-200 que había pertenecido a Olympic Airways en Grecia —el mismo avión que transportó los restos del magnate naviero Aristotle Onassis en 1975—. Tras invertir alrededor de 100.000 dólares en la compra y el transporte, Campbell logró trasladar el avión desde Grecia hasta Oregón. Hoy se encuentra en un terreno boscoso a las afueras de Portland, transformado en una vivienda única e inspirada en la sostenibilidad.
Vivir dentro de un antiguo avión comercial
Entrar en la casa-avión de Campbell es adentrarse en una combinación de historia aeronáutica e innovación creativa. Los visitantes deben quitarse los zapatos, lo que refleja su respeto por la aeronave y su cuidado por el espacio. Campbell ha conservado muchos elementos originales del 727, adaptándolos para la vida cotidiana.
El resultado es un ambiente minimalista y luminoso en el que la luz natural entra a través de las clásicas ventanas ovaladas, creando un espacio sorprendentemente cálido y acogedor. A pesar de lo inusual del concepto, sus gastos mensuales son bastante bajos —unos 370 dólares al mes, que cubren impuestos, servicios y mantenimiento—. Es un claro ejemplo de cómo una vivienda poco convencional puede ser eficiente y respetuosa con el medio ambiente.
Inspiración alrededor del mundo
El proyecto de Campbell ha inspirado a otros a reevaluar el potencial de los aviones retirados. En California, un antiguo Boeing 747 se ha convertido en una residencia privada. En Misisipi, un 727 de Continental Airlines está siendo transformado en una casa que incluso incluirá una bañera en la cabina original. Mientras tanto, en Costa Rica, otro Boeing 727 ubicado en plena selva se ha convertido en un hotel boutique con vistas espectaculares.
Un homenaje a la innovación y a la herencia aeronáutica
Para Campbell, su hogar Boeing 727 es mucho más que un experimento técnico: es un homenaje a la aviación y a la creatividad humana. Cuando no está en Oregón, suele pasar tiempo en Japón explorando conceptos de vivienda sostenible e incluso alojándose en otros aviones convertidos.
Su historia demuestra cómo la pasión y la imaginación pueden transformar incluso los lugares más inesperados —como un antiguo avión comercial— en un hogar cálido, inspirador y lleno de historia.